¿Cuántos accidentes con niños implicados se producen en el país? ¿Dónde? ¿Qué lesiones se producen? ¿En qué tipo de vehículo viajaban? En esta prioridad, es de vital importancia conocer para actuar, investigar para mejorar y analizar para la toma de decisiones. Es urgente trabajar en la fase de recogida de datos en distintos campos, no solo el de la siniestralidad, también las atenciones sanitarias post-accidente o el uso de los sistemas de retención infantiles.

El conocimiento adquirido en la fase de análisis e investigación debe servir para el desarrollo de acciones divulgativas y campañas de concienciación que muestren a la sociedad los riesgos de llevar a un niño sin un sistema de retención infantil. Hacer pruebas de crash test, mostrarlas en los medios de comunicación y estudiar sus consecuencias generará un debate para la implementación de estrategias, y promoverá la puesta en marcha de acciones normativas y legislativas en este campo. Además, deben sumarse foros y actividades de participación social complementarias, con el objetivo de llegar al mayor número de usuarios.

¿Quién forma a los usuarios? Los medios de comunicación no son suficientes para poder asesorar a los usuarios en seguridad vial infantil. Por ello, se deben articular programas de formación entre los profesionales, entre los que podemos citar:

• Policías
• Profesores escolares y Comunidad Escolar
• Transporte escolar
• Centros de formación de conductores
• Personal médico: pediatras, enfermeras, médicos…
• Equipos de rescate y emergencias
• Vendedores de productos de seguridad infantil y vendedores de vehículos
• Medios de comunicación
• Prevención de riesgos laborales en la empresa

A través de un programa de formación en diferentes niveles (desde el más básico hasta un curso universitario de postgrado), la sociedad da respuesta a los distintos problemas de Seguridad Vial a los que se enfrentan los niños cada día, pudiendo ofrecer a los usuarios formación en diferentes áreas sociales.

Las acciones deben estar coordinadas, aprovechando los recursos y materiales al máximo. Para ello se propone la creación de un Observatorio o Agencia que trabaje en el desarrollo de la estrategia, o la creación de una Alianza Nacional para la Seguridad Vial Infantil para el desarrollo de los trabajos y la vigilancia estadística.

Esta Alianza, de gran éxito en otros países, puede ser un mecanismo social, independiente y profesional, donde se coordinen los trabajos, las estrategias y las acciones con el fin de mejorar la seguridad de los pequeños. Cada profesional, desde su campo, puede aportar su conocimiento técnico, y con el aval de universidades y órganos de gestión del tráfico, miembros de la Alianza, se pueden poner en marcha iniciativas de amplio consenso social, en un trabajo de acción compartida.

Algunas de las medidas urgentes por parte de los distintos gobiernos:

• Obligar por normativa, siempre y en todo caso, a utilizar sistemas de retención infantiles homologados.
• Adoptar normas referentes en seguridad, como la R44 / R129, en regiones como África o América Latina, mejorando el acceso a productos ya testados.
• Introducir la obligatoriedad de sistemas de anclajes como el LATCH / ISOFIX en los vehículos en todo el mundo.
• Incentivar el acceso a los sistemas de seguridad (infantiles) sin un gravamen similar a los artículos de lujo.

La norma es un elemento básico para promover la seguridad infantil, reduciendo el riesgo. Muchos países disponen de una norma, por ejemplo, de uso de sistemas de retención infantiles en el vehículo. Pero ¿es la correcta? ¿Es suficiente? El análisis comparativo de las medidas legales puestas en marcha en otros países puede ayudar a mejorar el uso seguro de estos sistemas, proponiendo una regulación legal para los usuarios, los vendedores, los fabricantes… La sociedad debe velar por la seguridad de los más pequeños en sus desplazamientos diarios, y para ello debe contar con una norma de referencia que defina su aplicación, control y posibles sanciones por su incumplimiento.

¿Qué sistema es el más seguro en un impacto con un vehículo? ¿Qué normas internacionales existen de homologación para su venta en el país? ¿Qué vehículos circulan, y con qué sistemas de fijación, para poder ser adaptados a la norma de fabricación? ¿Cómo se controla la comercialización de productos seguros y de calidad?

Un estudio de la situación ayudaría a conocer los sistemas que se pueden adquirir en el país. Y un producto seguro no tiene por qué ser caro. Además, la ingeniería está para poder aplicar y crear sistemas que ofrezcan seguridad sin un coste alto para los usuarios.